Hubo una vez...

En los tiempos del brillo y los copetes de 30 cm, del crepe y las canciones de timbiriche, existió una pequeña mujercita, que amaba los espejos, la linterna roja de mamá, los muñecos de sus hermanas, las canicas de su hermano, los perfumes de su tía en forma de perrito French, la canción de "Pollito Chicken" y odiaba las fotografías!

Era emocionante cuando nadie estaba viéndola y corría al cuarto de su hermana mayor, arrastraba una silla color beige hasta la pared, escalaba y se subía, parándose de puntitas apenas si se veía la cara y un poco de cuello. Su obsesión con la linterna roja de su madre era porque ya no tenia la mica que protegía al foco y entonces ella aprovechaba para frotar con su mano la pintura plateada del cono alrededor de la bombilla...
Luego se frotaba la cara...Quedaba llena de brillitos! ahhhh se sentía toda una mujer...

Un día su mamá la peinó de dos coletas, era uno de sus peinados favoritos (excepto cuando de esas coletas le hacia trenzas de columpio), despues de la hora de la comida, estaba jugando en el cuarto del fondo cuando escucho la voz de su mamá que la llamaba a gritos:

- "Niñaaaaaa, ven que llegó Don juanito (el fotógrafo amigo de la abuela) te va a tomar una foto...

Fué hacia la puerta y se encontro con aquel hombre alto, moreno de grandes lentes.
- Ahhhhhhhhh noooo! nooooooo! no quiero mamá, no quieroooo :( , chillaba...

Corrió por toda la casa al cuarto del fondo, pero su mamá fue por ella, después de mucho llorar la convenció...

-No tengas miedo mi niña, te verás hermosa! pondré a todos tus amiguitos contigo, tus muñecos ves?

Entre suspiros y sollozos asintió. Y con miedo se enfrentó aquel señor y su cámara rara, resistió con miedo la tremenda luz que la dejo viendo estrellitas por segundos. Enojada, con la nariz hinchada y los ojos llenos de lagrimitas.

Como algo tan simple puede ser tan grande para un niño? Deberíamos aprender a conservar la intensidad no?

Hubo una vez una niña que imaginaba ser una fuerte mujer... Hoy me queda una mujer que a veces se siente tan frágil como una niña.