Ataque terrorista.
Mi fin de semana empezó como muchos, entre quehaceres hogareños y fútbol...
Pero el día de ayer fue diferente, mi cerebro fue víctima de un ataque terrorista, el de mayor escala en los registros históricos de toda mi vida...
Ataques punzantes todo el día, por la noche nauseas y dolor agudo. El ruido de los automóviles circulando por la calle taladraba mis sienes, mi nuca estaba en medio de una batalla campal con la almohada, el solo sentirla bajo mi cabeza hacía que el terrorista en mi cerebro amenazara con explotar la bomba implantada entre los 2 hemisferios.
El terror me invadió, se estaba perdiendo la pelea, el terrorista me estaba dominando, me tenía en sus manos.
Decidí buscar ayuda en el fondo de mis cajones… en medio de la desesperación, los encontré. El escuadrón de rescate hizo acto de presencia, paracetamol creo era su nombre...
Primer intento, fallido... A los pocos minutos de intentar introducirse en mi cuerpo para tratar de exterminar al terrorista fue expulsado, junto con cualquier rastro de alimento, provocado por las nauseas tremendas...
Segundo intento, después de unos minutos y ante la mirada de los curiosos, el escuadrón de rescate logró permanecer dentro de mi cuerpo y atacar al terrorista. Fue una gran batalla con misiles químicos y descargas eléctricas, no se exactamente cuanto tiempo duró... Después de un rato la oscuridad y el silencio envolvieron la atmósfera, las pesadillas hicieron su aparición triunfal.
Después de 3 horas desperté, el terrorista estaba muerto y mi cerebro estaba aún entumecido, cicatrices de guerra supongo.
Y me vi, en medio de mi cuarto, aún más cansada de lo que estaba al inicio de la noche pero por fin, sin un huésped incómodo amenazando mi seguridad, mi salud y mi cordura...
Al cabo de un rato logré conciliar el sueño y heme aquí, enfrente del monitor intentando hilar ideas y rescatar recuerdos, tratando de compartir mi amarga experiencia...
Mala noche??
Algo así... Un ataque terrorista no sucede todos los días...
Pero el día de ayer fue diferente, mi cerebro fue víctima de un ataque terrorista, el de mayor escala en los registros históricos de toda mi vida...
Ataques punzantes todo el día, por la noche nauseas y dolor agudo. El ruido de los automóviles circulando por la calle taladraba mis sienes, mi nuca estaba en medio de una batalla campal con la almohada, el solo sentirla bajo mi cabeza hacía que el terrorista en mi cerebro amenazara con explotar la bomba implantada entre los 2 hemisferios.
El terror me invadió, se estaba perdiendo la pelea, el terrorista me estaba dominando, me tenía en sus manos.
Decidí buscar ayuda en el fondo de mis cajones… en medio de la desesperación, los encontré. El escuadrón de rescate hizo acto de presencia, paracetamol creo era su nombre...
Primer intento, fallido... A los pocos minutos de intentar introducirse en mi cuerpo para tratar de exterminar al terrorista fue expulsado, junto con cualquier rastro de alimento, provocado por las nauseas tremendas...
Segundo intento, después de unos minutos y ante la mirada de los curiosos, el escuadrón de rescate logró permanecer dentro de mi cuerpo y atacar al terrorista. Fue una gran batalla con misiles químicos y descargas eléctricas, no se exactamente cuanto tiempo duró... Después de un rato la oscuridad y el silencio envolvieron la atmósfera, las pesadillas hicieron su aparición triunfal.
Después de 3 horas desperté, el terrorista estaba muerto y mi cerebro estaba aún entumecido, cicatrices de guerra supongo.
Y me vi, en medio de mi cuarto, aún más cansada de lo que estaba al inicio de la noche pero por fin, sin un huésped incómodo amenazando mi seguridad, mi salud y mi cordura...
Al cabo de un rato logré conciliar el sueño y heme aquí, enfrente del monitor intentando hilar ideas y rescatar recuerdos, tratando de compartir mi amarga experiencia...
Mala noche??
Algo así... Un ataque terrorista no sucede todos los días...